¿Por qué a veces sentimos que todo se desmorona, mientras que en otros momentos parece que el éxito fluye con naturalidad? Hay días en los que nos sentimos imparables, y otros en los que apenas podemos reunir la energía para empezar algo. Todo esto está profundamente ligado a nuestra confianza personal.
Cuando confiamos en nosotros mismos, tomamos acción y logramos resultados que nos impulsan. Pero cuando esa confianza falta, procrastinamos, nos atascamos y, con el tiempo, todo parece ir en nuestra contra. Entonces, ¿cómo podemos cambiar este ciclo?
La respuesta es más simple de lo que imaginas: cumple con tu palabra.
Cumple con tu palabra. Pasa a la acción.
Cuando pensamos o decimos que deberíamos hacer algo tenemos dos opciones:
1. Cumplir con lo que dijimos y demostrar a nosotros mismos que nuestra palabra tiene un valor;
2. Autoconvencernos con excusas, y dejarlo para después.
Por ejemplo: imagina que tu mesita de noche está desordenada y piensas: «Debería recogerla.» Pero luego dices: «Mejor mañana; hoy estoy cansado.» Quizás creas que no pasa nada, pero antes de dormir, ese pequeño recordatorio sigue ahí: no estoy avanzando.
Este hábito de procastinar reduce tu cofnianza y drena tu motivación. Si, por otro lado, decides recogerla en este momento, te sentirás aliviado. No es solo que la mesita esté ordenada; es que habrás demostrado a tu subconsciente que puedes cumplir con tus propias promesas.
Como ejemplo he hablado de la mesita de noche porque es una tarea aparentemente insignificante, pero es vital.
¿Cómo voy a empezar a trabajar en este proyecto si no soy capaz ni de recoger la mesita de noche o hacer la cama?
Lo poderoso es que este principio no aplica solo a tareas pequeñas. Si no somos capaces de hacer cosas simples como recoger la mesita o tender la cama, ¿cómo vamos a enfrentar desafíos más grandes?
Pasa a la acción. Ahora.
¿Quieres vivir mejor? Cumple con tu palabra. No necesitas empezar por metas enormes. Comienza con lo que tienes enfrente.
¿Qué tarea pequeña estás evitando ahora mismo? ¿Ordenar tu espacio? ¿Llamar a alguien? ¿Limpiar el lavabo? ¿Entrenar 5 minutos?
Piensa en ello. Ya lo tienes en mente. Ahora, deja de procrastinar y hazlo. Porque cada pequeña acción es un paso hacia la vida que realmente quieres vivir.
Si te ha gustado, descubre una técnica más avanzada para generar Positive Momentum.