Observa estas tres palabras: «Paseo nocturno perro».
¿Qué viste? Son solo tres palabras, pero tu mente probablemente las ha transformado en una escena: quizás imaginaste el tipo de perro, una calle oscura o a una persona paseando al animal.
Esto ocurre porque nuestro cerebro está programado para crear historias y encontrar orden en el caos. Si quieres vivir una vida plena y satisfactoria, debes entender esta naturaleza y emprender tu propia aventura personal.
¿Estás preparado para ser un héroe?
Porque las historias son tan atractivas
Desde que aparecimos en la Tierra, la narrativa ha sido grabada en nuestra mente como una forma de comunicación poderosa. Amamos las películas porque, al verlas, nuestro cerebro se conecta profundamente con el protagonista (también conocido como el héroe) de la pantalla.
A lo largo de la historia, se han identificado elementos que nos atraen naturalmente a una narrativa:
- El conflicto: Cuando alguien menciona un problema, nuestro cerebro se enfoca de inmediato.
- La solución: Cuando esa persona explica cómo intentó superar el problema, nos es imposible no escuchar.
¿Por qué ocurre esto? Porque los problemas generan acción, la acción trae consigo aprendizaje y desarrollo de habilidades; en otras palabras, crecimiento personal.
Los guionistas de cine saben que el verdadero premio para el héroe no es obtener lo que quiere, sino la transformación que experimenta a lo largo de su viaje.
Psicología y narrativa
Soy cineasta, pero no necesariamente un gran narrador. Paso mucho tiempo estudiando cómo contar historias para mejorar mis habilidades, y hay algo que me apasiona particularmente: la psicología.
Veo claramente cómo la narrativa está integrada en nuestro cerebro y cómo nuestro crecimiento personal sigue etapas similares a las de cualquier héroe en una historia:
- La zona de confort: Nos sentimos bien con lo que tenemos, aunque hay algo que falta o nos desequilibra.
- El disruptor: Algo ocurre y consideramos salir de nuestra zona de confort en busca de un nuevo objetivo.
- La zona de miedo: Aquí enfrentamos nuestro primer enemigo: la resistencia interna. Este es el punto de inflexión donde la mayoría se rinde y regresa a la zona de confort, pero el verdadero héroe empuja a través del dolor mental, y al hacerlo, comienza su transformación.
- La zona de aprendizaje: El deseo de alcanzar la meta se intensifica. Aquí enfrentamos una serie de obstáculos crecientes, desarrollamos nuevas habilidades y nuestra autoconfianza crece, expandiendo nuestra zona de confort.
- La zona de crecimiento: Finalmente, nos enfrentamos a un obstáculo tan desafiante que casi nos destruye. Consideramos rendirnos, pero un avance nos permite continuar, completando así nuestro viaje y experimentando una transformación personal que nos convierte en una inspiración.
Los héroes enfrentan dragones. ¿Dónde encontramos los nuestros?
Un mentor mío, Brian Johnson, siempre dice que la vida no está hecha para ser fácil. No hemos venido aquí a pelear contra lagartijas, sino contra dragones.
Entonces, ¿cómo podemos salir de la zona de confort y comenzar a encontrar esos «dragones» a los que enfrentarnos? La respuesta es simple: fijarse metas.
Las buenas metas nos empujan fuera de la zona de confort, ya que estamos deseando algo que no tenemos en nuestra zona de confort.
Hablaremos más sobre cómo definir y perseguir metas en otro artículo. Por ahora, ¿te atreverás a identificar una meta personal que te saque de tu zona de confort y te desafíe realmente?
Empieza tu viaje
Escribe una pequeña meta o desafío que te gustaría enfrentar esta semana. Hazlo por ti, por tu crecimiento, y da el primer paso para convertirte en el héroe de tu propia historia.