Anoche dormí mal, y esta mañana me desperté sin energía y sin motivación. Empecé a entrenar, pensando en todo el trabajo que me esperaba, y la mentalidad negativa apareció antes de que saliera el sol. Pero, mientras hacía unas repeticiones, algo empezó a cambiar en mi cabeza. Un pensamiento que transformó mi día y, si lo hago un hábito, también mi vida.
La negatividad vende
Mientras entrenaba, pensaba en cómo, si enciendes la tele o lees un diario, lo único que ves son problemas y catástrofes. Tiene sentido: nuestro cerebro está diseñado para enfocarse en los problemas, una estrategia que nos ayudó a sobrevivir. Hoy, sin embargo, esa tendencia nos puede arruinar la vida, porque ya no enfrentamos amenazas reales como antes. En este contexto, fijarse en lo negativo no nos protege, solo nos desgasta.
En contra de la programación negativa
¿Sabes qué? Voy a hacer algo raro, intentaré fijarme en lo positivo ahora. Iba haciendo repeticiones y buscaba razones para ser agradecido.
Estoy viviendo. Hace unos años un amigo de mi edad murió porque un coche se lo llevó por delante. Yo estoy aquí, entrenando pronto por la mañana.
Tengo todo el día por delante.Todo este trabajo que tengo es una oportunidad que tengo para escribir mi futuro. Tengo el poder de crear mi futuro. Tengo la oportunidad de trabajar por mi cuenta y tener horarios flexibles. La mayoría de la gente que vive en ciudad está en el tráfico ahora mismo, nerviosa para ir al trabajo. Yo puedo recuperar energía dando un paseo con mis perros antes de empezar a trabajar. ¿Qué bien vivo realmente?
Imagina lo poderoso que es darse cuenta de esto.
¡Es tu momento!
Hoy, toma un segundo y cambia tu perspectiva.
¿Cuántas cosas puedes agradecer ahora mismo? Tienes un nuevo día, un mundo lleno de oportunidades, salud en tu cuerpo, y la posibilidad de cambiar lo que quieras.
No dejes que lo negativo tome el mando de tu vida: empieza a fijarte en lo que sí tienes, en lo que te hace feliz.
Respira, agradece y aprovecha este día al máximo. ¡Empieza ahora, es tu momento!